En cada una de las diferentes fases de la EP y en cada cuadro clínico de los diferentes parkinsonismos, pueden aparecer o agravarse diferentes síntomas específicos. Aquellos que principalmente solemos encontrarnos, y, por tanto, abordar, son:

• Respiración. Descenso de la fuerza de la musculatura espiratoria, ciclos respiratorios superficiales e irregulares…
• Voz. Disfonía hipofónica. Descenso del volumen de la voz (hipofonía), dificultades en el inicio de la fonación, reducción del tono vocal y monotonía.
• Habla. Disartria hipocinética, trastorno neurológico del habla caracterizado por articulación imprecisa, habla monótona, defectos en el ritmo del habla (bradilalia/taquilalia), pausas involuntarias y reducción de la inteligibilidad del habla.
• Expresión facial. Hipomimia, pérdida de la expresión facial caracterizada por la reducción del parpadeo y de la expresión facial emocional.
• Lenguaje. Tanto la comprensión como la expresión pueden verse limitadas.
• Deglución. Disfagia, trastorno neurológico caracterizado por la dificultad para deglutir correctamente. Puede cursar con otros síntomas como:
  • Sialorrea, exceso de saliva.
  • Xerostomía, disminución o ausencia de saliva.

Desde la asociación se proponen programas de rehabilitación constantes y dinámicos, ajustándose a los cambios progresivos que se producen en cada estadio de la enfermedad. Este abordaje requiere la formación, información y participación activa de las personas afectadas y sus familiares.